El objetivo de este programa es contribuir a la construcción de una cultura de derechos humanos, igualdad y no discriminación mediante acciones de reflexión, para prevenir y eliminar prácticas discriminatorias como parte fundamental del desarrollo y bienestar de las personas. Visibilizar las prácticas discriminatorias que se presentan en el entorno personal, laboral y profesional con la intención de reconocerlas, prevenirlas y eliminarlas, busca, además, que las personas participantes adquieran conocimientos y habilidades para generar estrategias de inclusión basadas en el derecho a la igualdad y no discriminación.
El curso está diseñado para que las participantes adquieran conocimientos y desarrollen habilidades que les permitirán impulsar sus propios procesos de empoderamiento, a partir de situaciones didácticas que incluyen diversas actividades enfocadas al análisis, la reflexión y la apropiación de herramientas fundamentales para fortalecer sus proyectos emprendedores.
Con lo anterior, se busca problematizar realidades cotidianas que permitan reconocer y tomar consciencia sobre los obstáculos cotidianos y diseñar alternativas y soluciones que permitan superarlos.
Para lograrlo se proponen las actividades que se enlistan a continuación:
El curso utiliza los siguientes materiales y recursos didácticos:
Asimismo, en la sección denominada “Instructivo” está disponible un tutorial descargable sobre el funcionamiento de las plataforma, en el que se explica cómo utilizarla y cómo resolver la mayor parte de inconvenientes que se pudieran generar.
Para el reporte y solución de problemas técnicos, las y los participantes podrán ponerse en contacto con el personal administrador de la página a través de la sección “Contacto” de la página principal del sitio web. Esta opción deberá utilizarse solo en el caso de toparse con un problema que le impida a la usuaria(o) avanzar en el curso y después de haber leído el instructivo y agotado todas las acciones intuitivas para intentar resolverlo de forma personal.
La evaluación se realizará bajo una lógica eminentemente formativa y se centrará en reafirmar la adquisición autónoma de conceptos por parte de las y los participantes, es decir, el llegar a conclusiones propias fundamentadas en la estrategia didáctica, que se sustenta en el aprendizaje significativo bajo un enfoque constructivista.
El inicio del nuevo siglo ha representado para la cultura política y educativa del país la apertura a debates, leyes y políticas públicas que giran en torno al cuerpo, las sexualidades y los derechos sexuales y reproductivos. Tal escenario no es ajeno a los eventos internacionales promovidos por la Organización de las Naciones Unidas, en los que México ha participado y firmado acuerdos que promueven la lucha contra la discriminación; la igualdad entre los géneros; y la salud sexual y reproductiva para las mujeres y los hombres. La ONU, como uno de los espacios más prominentes para la creación de normas y discursos internacionales, se ha constituido en un foro fundamental para debatir acerca de la sexualidad. La sexualidad se encuentra ubicada en el punto de intersección de la disciplina del cuerpo y del control de la población, por lo tanto, se ha demostrado que resulta imposible dejar a la sexualidad fuera del debate sobre la población y el desarrollo que se sostiene en el seno de las políticas públicas.
Apreciar hoy a la sexualidad como un derecho supone distinguir a los diferentes actores sociales que han incidido en su construcción: feministas; comunidad LGBTTTIQ; organizaciones defensoras de los derechos humanos; organizaciones de la sociedad civil; académicos y legisladores, todos han creado espacios de interpelación, proposición e interlocución con los actores estatales, políticos y sociales, al punto de buscar impulsar la concreción y desarrollo de los derechos sexuales y reproductivos, así como impulsar las políticas de la salud sexual y reproductiva; y la creación y promoción de leyes que defienden el derecho a la autodeterminación, la no discriminación y la lucha en contra de la violencia. El punto de encuentro entre los mencionados actores se ubica en la reflexión-acción que han identificado en el cuerpo-sexualidad, binomio considerado como territorio de derechos: El cuerpo como uno de los sitios privilegiados donde se encarna la libertad y se forjan los significados de la pluralidad y la democracia. Precisamente tomar el cuerpo como espacio de ejercicio ciudadano ha llevado a un grupo de feministas a plantear que bajo la idea de que todos los ciudadanos tenemos los mismos derechos se encuentra una realidad distinta.